Čarapa (calcetín) y opanak (zapato típico hecho de piel de vaca amarrado de una manera muy especial) son rasgos distintivos más claros de nuestro traje tradicional. Los calcetines se pueden tejer de dos maneras, desde los dedos hacia garganta o al revés, y así se pueden hacer trenzas con dos o cinco agujas. Según su propósito se distinguen calcetines para el uso cotidiano y los para las ocasiones ceremoniales (de regalo). Hay tres maneras principales de adornar calcetines: 1. Coser un patrón ya preparado como adorno, hecho de fieltro o algún otro material, sobre el calcetín, 2. Bordado (con lana, hilo, cuentas, lentejuelas, cañutillo…) sobre el calcetín ya hecho, 3. Decorar con lana o hilos para tejer de colores diferentes durante el proceso de tejer lo que es una de las manera más difíciles de decoración y lo podemos encontrar en todas las partes en las que el calcetín tejido se usa. Hay diferencias solamente en los motivos en el diseño y en el color del material utilizado. El calcetín es la parte del traje tradicional a la que una campesina concedía más importancia. En muchos trajes justamente el calcetín fue la parte más decorada de toda la vestimenta. El tejido de los calcetines no requería un lugar de trabajo y espacio especial, ni una herramienta voluminosa. La campesina solía tejer en el camino de su casa al campo, a su jardín, cuando se ocupaba del cuidar el ganado vacuno y ovino, cuando descansaba del trabajo duro, o cuando charlaba sentada con sus vecinos… los calcetines se tejieron rápidamente. Las tejedoras expertas podían terminar un par de calcetines en pocos días. Por todas estas razones, los regalos más frecuentes para la novia eran los calcetines. Cuando una muchacha se casa, le obsequia a su marido, es decir al novio, con varios pares de calcetines, pero también a sus suegros, cuñados, padrinos, y otros importantes invitados de boda.
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